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| Miércoles de Ceniza en la iglesia del Corpus |
Arranca
la Cuaresma, un periodo penitencial de cuarenta días que precede al Domingo de Ramos y evoca ese periodo
que pasó Jesucristo en el desierto antes de la Pasión.
El
Papa Francisco centra este año su mensaje de Cuaresma en la "globalización
de la indiferencia" y nos invita a orar a Cristo: "Haz nuestro
corazón semejante al tuyo", para que nos conceda un corazón fuerte y
misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no
caiga en el vértigo de esa indiferencia.
Después
de la reciente convivencia, los bachilleratos han participado en la parroquia
del Corpus en el rito de imposición de la ceniza que, aunque no es obligatoria,
recoge una costumbre arraigada en la Iglesia que data del siglo XI. "Propio
de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la
penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y
mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios.”
El
Miércoles de Ceniza y todos los viernes de Cuaresma, además del Viernes Santo,
en cambio sí son días de ayuno (sólo una comida fuerte al día) para los fieles
entre 18 y 60 años, y abstinencia de comer carne para los mayores de 14 años.
Nos encontramos en un tiempo de Cuaresma, como bien se ha dicho en esta entrada, el cual abarca desde el Miércoles de Ceniza (con la imposición de la misma en la misa que tuvo lugar ese mismo día) hasta el Domingo de Ramos (ese domingo tan esperado por todos nosotros, los cofrades). La Cuaresma es un tiempo de ayuno, en el que no solo debemos abstenernos de comer carne cada viernes hasta Semana Santa, sino que también debemos saber controlarnos de aquellas cosas materiales que tanto apreciamos, y a veces tanto usamos, e intentar centrarnos en otras cosas ayunando de aquellas que no necesariamente necesitamos. Podemos decir que la Cuaresma es un tiempo de perdón.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, este periodo son también cuarenta días de preparación. Preparación para la semana grande de Málaga, la Semana Santa, que pronto llenará nuestras calles.No obstante, tampoco debemos olvidar el mensaje que nos ofrece el Papa Francisco: orar a Cristo, para que este nos conceda un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y muy generoso similar al suyo.