La imagen que ilustra esta entrada está tomada de una papelera del patio de recreo hace un par de días.
Somos conscientes de todo lo que hay que estudiar y lo que está en juego, pero no podemos, no debemos encogernos de hombros ante espectáculos tan simples, pero bochornosos, como el de la fotografía.
A pesar de las dificultades económicas parece que la población infantil, o al menos algunos de los que usan nuestras papeleras, no han recibido aún el mensaje.
A pesar de las dificultades económicas parece que la población infantil, o al menos algunos de los que usan nuestras papeleras, no han recibido aún el mensaje.
Tirar la comida es inadmisible, aunque no hubiese crisis ninguna, es una escandalosa falta de respeto humano, indignante.
Al alumnado senior del colegio también le corresponde reparar en ese tipo de conductas infantiles e incluso evitarlas si fuera posible; porque los mayores suelen ser modelos a imitar por los pequeños, cientos de miradas a diario observan cómo visten, cómo se conducen, cómo se divierten los de Bachillerato.
Es evidente que en el colegio afrontamos situaciones complejas no sólo desde el punto de vista académico, en este caso también desde la ética más elemental.
Enfatizar aspectos como mejorar la limpieza en las zonas comunes, el reciclaje o la recogida selectiva de residuos, no excluye censurar la conducta de aquellos para los que el problema es la abundancia.
El vídeo que insertamos para despertar ciertas conciencias es un corto de 6’ tan real como emocionante. Merece la pena.